Cuando pensamos en dietas como método para perder peso, debemos preguntarnos cuál es nuestro objetivo, y si queremos cambios a largo plazo y perdurables en el tiempo, la respuesta definitiva es NO funcionan.

Todos conocemos a alguien y nosotros mismos nos hemos sometido a dietas restrictivas para bajar de peso, pero, probablemente pocos hemos conseguido lograr este objetivo y cuando llegamos a conseguirlo, son bastante menos quienes logran mantenerlo en el tiempo.

El 40% de la población adulto ha practicado al menos una dieta restrictiva para bajar de peso a lo largo de su vida, estudio reciente que buscaba evaluar la baja de peso en las personas que hacen dieta, evidenció un aumento de personas con obesidad de 19.5% a 25% a través de los años debido a la re-ganancia de peso. Esta re-ganancia de peso, nos podría llevar al ciclo de la pérdida de peso o dieta yoyo.

Cuando se trata de bajar de peso, podríamos tomar algunas medidas desesperadas por lograr los objetivos tan pronto como sea posible. Nos olvidamos que la ganancia de peso tiene meses inclusive años de evolución y con frecuencia buscamos soluciones rápidas, sin evaluaciones profesionales, tratamientos específicos o personalizados, preferimos los caminos más simples y decidimos usar dietas o métodos muy restrictivos, por el simple placer de los resultados a corto plazo aunque estos puedan no ser perdurables en el tiempo.

Si bien la pérdida de peso, tendrá diferentes beneficios en la salud de las personas con sobrepeso y obesidad, la mayoría de los estudios que evalúan el efecto de las dietas a largo plazo no han obtenido buenos resultados en relación con el mantenimiento de la pérdida de peso. Por otra parte, se ha demostrado que el IMC y la circunferencia abdominal ha aumentado en mayor cuantía en el tiempo en las personas que se sometieron a dietas restrictivas en comparación con aquellas que no lo hicieron.

La evidencia demuestra que a largo plazo la efectividad de las dietas para bajar de peso es menor al 20%, por tanto, si evaluáramos las dietas como a un fármaco, no aprobáramos su uso debido a su baja efectividad. Es por ello, que el llamado de atención es a hacer cambios desde los hábitos diarios, dejar de incentivar a las personas a hacer dietas con el simple enfoque de pérdida de peso, mas cuando no han tenido evaluaciones médicas, y así mismo, dejar de ver las dietas como la mejor estrategia para la pérdida de peso, sin tomar en cuenta el riesgo al que nos exponemos.