La piel envejece debido a múltiples factores, dentro de ellos factores intrínsecos (genética y estilo de vida), factores hormonales (a saber, pérdida de estrógenos) y fotoenvejecimiento (radiación UV). Una dieta rica en ácidos grasos omega 3, frutas y verduras coloridas ricas en antioxidantes, fibra, y las fuentes de proteína magra de alta calidad son claramente beneficiosas al cuerpo y la piel. En un estudio de 716 mujeres, se encontró que una mayor ingesta de grasas insaturadas (grasas buenas) se ha asociado con una mayor elasticidad de la piel. Además, una mayor ingesta de vegetales verdes y amarillos fue significativamente asociado con menos arrugas y un el aumento de la ingesta de grasas saturadas fue significativamente asociado con un aumento de las arrugas. Además de la dieta, hay algunos nutrientes individuales clave que cuando ingeridos, o en algunos casos aplicados tópicamente, han sido demostrado ser extremadamente importante para prevenir o tratar envejecimiento de la piel.
Para una piel sana en nuestra alimentación no puede faltar:
- Ácidos grasos esenciales: Favorecen la hidratación, evitan la flacidez generalizada.
- Proteínas: su bajo consumo favorece a factores desfavorables en la salud de la piel y anexos. Favorece la seborrea, disminuye el brillo del pelo y lo hace quebradizo, empeora la cicatrización.
- Vitaminas A, B y C: Evitar el daño celular, promover el crecimiento de los anexos cutáneos y necesario para la formación de colágeno.
- Flavonoides: antioxidantes que protegen el envejecimiento celular.
- Hidratación: con agua, idealmente. Imprescindible para una piel sana, favorece la elasticidad.
Por otra parte, alimentos con propiedades antinflamatoria y antioxidante podrían contribuir con el manejo y control de enfermedades y condiciones de la piel proinflamatorias como el acné, la psoriasis, etc. Por lo que siempre será una recomendación de una alimentación balanceada, rica en nutrientes, baja en alimentos ultraprocesados, de la mano de un equipo multidisciplinario en el área te llevará a los mejores resultados en la salud y bienestar de tu piel.
En un estudio de 716 mujeres, se encontró que una mayor ingesta de grasas insaturadas (grasas buenas) se ha asociado con una mayor elasticidad de la piel.
Fuente: Pontius AT, An antiaging and regenerative medicine approach to optimal skin health. Facial Plast Surg. 2011